Más de cinco
siglos después del hundimiento en aguas del Caribe de la Santa
María, el buque insignia de Cristóbal Colón, un equipo de arqueólogos
afirma haber encontrado lo que queda de él frente a la costa norte de Haití.
Así lo
indica un primer análisis del relieve oceánico y del aspecto de los vestigios,
aunque todavía es necesaria una expedición detallada para poder confirmar el
que sería uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes de la
historia.
La
investigación, liderada por el arqueólogo estadounidense Barry Clifford e
iniciada hace una década, ha ido acotando la superficie marina hasta encontrar
los supuestos restos de la histórica embarcación.
El equipo de
científicos evaluó visualmente las ruinas (fundamentalmente el lastre del
buque) a través de las fotografías tomadas en 2003 y de numerosas inmersiones,
y concluyó que el tamaño del barco se ajustaba a lo previsto. El indicio más
sólido es, sin embargo, la ubicación de los restos, ya que se encuentran
próximos al fuerte de Colón, lugar donde se produjo en naufragio según las
notas que escribió en su diario el marinero genovés. Su posición también sería
coherente respecto al arrastre que habrían causado las corrientes marinas
momento antes del hundimiento, cuando el barco se encontraba a la deriva.
La Santa
María es la carabela que capitaneó el descubrimiento del continente americano a
manos de Cristóbal Colón en 1492. El 25 de diciembre del mismo año, la nave
encalló en un arrecife de la costa noroeste de la actual República Dominicana,
quedando inservible y reducida a listones de madera para la construcción de un
fuerte, de modo que la escuadra tuvo que regresar a España sin la imponente
embarcación.
Aunque por
el momento no se tiene plena constancia de la identidad del buque, la evidencia
es muy significativa según los autores del trabajo, quienes cuentan ya con el
respaldo del canal Historia, que pretende televisar en primicia el
descubrimiento.